Nosotros también mentimos
Monday, 26 de October de 2009 por Ramón
En Afganistán los dos bandos tienden a utilizar la información en su provecho; ya se sabe, la primera víctima de la guerra es la verdad. Es algo que los periodistas occidentales olvidamos con frecuencia: la OTAN está en guerra y también puede mentir como tan bien y tanto mintió su portavoz Jamie Shea durante los bombardeos a Serbia en 1999. La mejor forma de escapar a las propagandas es acudir a la fuente de la noticia, pisar la calle, aunque hay zonas en las que poner el pie en ellas resulta un riesgo excesivo. Existen más normas y fórmulas: recoger los dos puntos de vista y escribir de la gente, de la cotidianedad, de las víctimas de todos los bandos.
El gran cambio desde la guerra de Irak es que la parte débil ya no necesita a los periodistas occidentales para colocar su mensaje en la rueda informativa global, disponen de medios suficientes para colgar sus mensajes y vídeos en Internet. Si los malos prefieren grabárselo ellos mismos y los buenos ponen tantas dificultades al final resultará más cómodo emitir lo que se han grabado ellos mismos. Si eso sucediera estaríamos en un mundo sin información contrastada, sujeto a las propagandas, y la derrota absoluta y de será de todos, de los militares y los civiles.
Lobo, pienso que ya hace tiempo que en determinados escenarios se impuso la propaganda a la información; con excepciones, es verdad. Salud.
Considero que ambos bandos son fuentes interesadas y, como tal, tienden a mostrar la realidad según su interés. Por ello, creo que una solución es dar voz a aquellos que no la tienen, a los verdaderos perjudicados por la guerra: la población civil.
En numerosas crónicas, los corresponsales incluyen las declaraciones de generales de alto rango y de guerrilleros, pero no sabemos nada de lo que piensan las personas que están sufriendo los bombardeos. Considero que ellos son los que mejor pueden relatar la situación que están sufriendo. Tal vez me equivoque, pero ahí os dejo mi sugerencia.
Todo esto que decís es cierto y a veces creo que obedece a una estrategia. La información la controlan los que deciden. A ellos no les interesa lo que opina la población civil, ni la parte debilitada o el enemigo. Careciendo de esa información les es más fácil continuar manejando los conflictos internacionales. Además, los medios parecen emborracharse con las declaraciones oficiales, siempre en manos de los portavoces de los que deciden. Por lo tanto, a los lectores, oyentes y espectadores se nos alimenta con una información supuestamente fidedigna, sin contestación y que sigue la agenda internacional diseñada.
Creo que tus Relatos de Kabul rompieron esta tendencia y nos acercaron a la gente de la calle. Con esas crónicas nos hicimos una idea de lo que estaba ocurriendo en el terreno y, de repente, nos sentimos próximos a ellos.
nuria
Nuria: a partir del lunes 2 habrá más Cuadernos, pues regreso a Kabul
Ramón espero que el panorama que te encuentres en Kabul no sea demasiado desolador, mientras tanto me gustaría que tocaras el tema del Coltan y lo que has vivido por la zona de donde se extrae.
Ramón,me alegra saber que sigues los cuadernos, también que trabajarás en la calle y que nosotros podremos seguir y creer que tal vez tu información se parezca a la verdad, al menos la que tú has visto.