Propuestas contra la molicie
Friday, 23 de October de 2009 por Ramón
Un libro: Acabo de terminar Caín, de José Saramago (Alfaguara). “La historia de los hombres es la historia de sus desencuentros con dios, ni él nos entiende a nosotros ni nosotros le entendemos a él”. Se trata de un texto repleto de humor e ironía en el que se visualiza la extremada crueldad de dios, desde los tiempos de Adán y Eva (“¿quién eres”, le pregunta dios; “Soy adán, tu primogénito, señor”, responde él. Después, dios se dirige a Eva y le formula la misma pregunta, un tanto estúpida viniendo de un dios que todo lo sabe, y ella responde: “soy eva, señor, la primera dama”. Un libro delicioso que además de inventarse los movimientos terrenales de Adán no se inventa nada de las múltiples matanzas, exterminios y genocidios recogidos en la Biblia.
Una película: Me la habían recomendado varios amigos. El secreto de sus ojos es una película maravillosa, redonda, precisa a la que nada le falta y nada le sobre y con grandes interpretaciones. Es un rompecabezas de piezas secundarias que todas juntas forman la película. Las posibilidades de que al director se le fuera la mano en cualquiera de ellas es evidente, como el transfondo político de la dictadura, magistralmente resuelto en una mirada y una frase: “Ella está protegida, tú no, puedes volver solo cuando quieras”, pero Campanella logra un equilibrio perfecto. Si tuviera que decidir, diría que es una película sobre la vida y la pasión y todas esas cosas que la decoran, que marcan la diferencia entre la Nada y sentirse más o menos pleno. Esencial. Se deja ver más de una vez.
Una canción: Dispatch es un gran grupo folk estadounidense Me gusta su música y más su actitud comprometida a través The Elias Fund con el que ayuda a escolarizar a niños y niñas de Zimbabue. Esta canción es para ellos y lleva como título el país que Robert Mugabe lleva años empeñado en destruir. Este concierto fue en el Madison Square Garden de NY. No sientas vergüenza, baila en tu casa, que nadie te ve:
Una sonrisa: no quiero despegarme aún de los Monty Phyton. Por petición de sprungli: The Dirty Hungarian Phrasebook, un gran sketch sobre la Inglaterra de los años setenta, incapaz de entender el inglés de los extranjeros. Un verano que estaba en casa de mis abuelos en el sur de Sussex, mi madre me envió a comprar vinagre al ultramarinos del pueblo mientras ella estaba en la carnicería. Dije: “May I have a bottle of biniga”. (pronunciado así) y la mujer respondió: “I beg your pardon”. Por mucho que repetí la palabra con todo tipo de entonaciones y cantos no logramos entendernos. Cuando llegó mi madre y dijo vinega, con uve, la tendera exclamó: “¡Ah! ¡Vi-ni-ga!”, como si se sintiera aliviada al encontrar a alguien decente que hablara correctamente su idioma. Años después, otra inglesa cortada por un patrón similar, me explicó a bordo del avión en el que volábamos hacia España que iba de vacaciones a Funjirulo y este zopenco idiomático supo a la primera que me hablaba de Fuengirola, provincia de Málaga:
Una frase: “Que nadie se envanezca porque le hayan confiado una misión delicada, lo más seguro es que después del trabajo te digan, Tú, vete, ya no eres necesario” (De Caín. José Saramago).
Una meditacion: Sobre la evidente superioridad de las mujeres sobre los hombres, siempre intuida, incluso en los tiempos más duros, los de la clandestinidad afectiva e inteletual, y ahora indiscutible, afortunadamente. La meditación es, ¿por qué las mujeres que alcanzan puestos de decisión se empeñan en repetir los mismos errores del hombre? El machismo está más en los códigos de poder que en el macho.
¿Por que las mujeres que alcanzan puestos de decisión se empeñan en repetir los mismos errores del hombre?. Respondo a esa preguntan desde la horfandaz infantil que viví. Porque las mujeres que hoy acceden a la toma de decisión no han tenido, ni tienen referencias de mujeres sólo de hombres y al final acaban haciendo lo que cononcen. Y por supuesto, el valor autoridad másculino que hemos vivido en este país durante tantos años ha parecido el único posible para que te respten cuando llegas tan arriba. Necesitamos educar a las nuevas generaciones con otras referencias y rompiendo los marcos lingüisticos en los que nos movemos. Todo un reto a realizar de uno en uno y en sociedad.
Gracias por la foto, me ha hecho mucha ilusión y me ha dado mucha envidia.
Buen fin de semana
nuria
@ nuria: buena reflexión.
A nivel profesional, para conseguir el respeto de un hombre, pareciera que has de conseguir que dejen de ver a una mujer cuando te miran y i) es complicado y ii) ¿deseamos dejar de ser mujeres en el trabajo? iii) ¿Por qué hemos de hacerlo?
M.
Para eso lo que dijo Marc Anthony en la tele americana,” my english is not very good looking”, esto ya es la broma entre los hispanos de USA.
De mujeres y hombres, hay personas excelentes y otras no tanto, sean lo que sean, creo yo.
Drop your panties Sir William, I cannot wait ’til lunchtime
He descubierto tu blog hoy y me he detendio a leer tu artículo “Comentarios sobre la molicie”, a parte de entretenrme y gustarme me han gustado tus propuestas, me dispongo a ver a los Monty Phyton.
Gracias
Miguel Ángel Yuste