Madrid postolímpico
Sunday, 4 de October de 2009 por Ramón
El Madrid posolímpico es bastante parecido al Madrid que tenía una corazonada: una ciudad salpicada de zanjas, hoyos, vallas, máquinas de todo tipo, ruido y cascotes. Asegurar que se trata de un espacio urbano en remodelación sería exagerado. Toda obra, y más si es faraónica, demanda planificación, al menos un orden en la apertura y el taponamiento de los agujeros, en la señalización de los toboganes y abismos y una lógica en las calles cortadas. En Madrid, más que unos Juegos Olímpicos, se podrían celebrar una gymkhana o un espectáculo en el que las motos de cross saltan como cabras y los pilotos se abren de piernas como si eso fuera difícil en los tiempos que corren.
La ciudad posolímpica sigue cubierta de un polvo seco e invadida por un tráfico denso y malhumorado (de escuchar tanto a Federico). El centro se ha transformado en un suplicio de humos, aceites y bocinas. Los que no han escapado a los pozuelos y las aravacas a cambio de unos metros cuadrados de jardín y el mismo embotellamiento, luchan por sobrevivir en algunas calles presuntamente peatonalizadas, como mi vecina Arenal. No es una urbe para las bicicletas ni para el paseo ni para los niños.
Cibeles es la frontera Este entre el Mad Max de los Austrias y el Retiro. La calle Alcalá en dirección a la Puerta que cantaron Ana Belén y Víctor Manuel es territorio más o menos liberado. En sentido contrario, zona comanche.
La Puerta del Sol -donde trabaja Esperanza- sigue en obras, ya en el remate final, pese a que la lideresa, el alcalde y sus enemigos del partido de enfrente que hacen de Gobierno inauguraron con boato la parte subterránea, la que no se ve, hace varias semanas, instante supremo recogido por las cámaras de televisión, las únicas que importan en el momento de decidir qué es realidad y qué ficción.
Los extranjeros que no salen en el vídeo promocional de Madrid 2016 no hablan bien castellano y miran sus mapas y sus libros confundidos porque nada de lo que está en las guías se encuentra en su sito y lo que está en su sitio se encuentra tapado bajo lonas publicitarias.
El Madrid posolímpico huele a orín de botellón junto a los contenedores de vidrio. Debe ser que la cosa masculina tiene querencia por las botellas, sean llenas o vacías, que lo importante es que cace ratones, como en la China de Deng Xiaoping.
Un Madrid 2028 será mejor para todos, cumpliría con la rotación continental y nos daría 12 años extra para abrir nuevas zanjas y cerrar las actuales y volverlas a abrir, subir los impuestos de la basura y jubilar a la lideresa y a su cordial enemigo a condición de que no ascienda la Botella. Que para botellas, la buena: el botellón.
Muy bueno, Ramón. Como siempre.
No es que me alegre pero estoy de acuerdo en que era prematuro y apurado.
Un lujazo poder disfrutar y aprender de tu experiencia.
Lobo, Madrid con las olimpiadas, pero ¿y el resto de España? Las ciudades de medio país están levantadas y no creo que sea porque busquen el mar bajo los adoquines, las aceras o el asfalto. Salud.
Ramón el lema de Madrid 2016 era “Hola everyone”. Aquí va solo un esbozo sobre la acogedora España. Para poder entrar cualquier extranjero que no pertenezca al espacio Schengen a España en visita turística, repito, en visita turística, por un periodo de 3 meses y no venga con reserva pagada de hotel (normalmente a casa de un amigo o familiar), se exigen desde 2008 los siguientes documentos (cito literalmente de la solicitud obtenida en comisaria de policía de Tetuán-Madrid):
El invitante:
En caso de tener casa en propiedad: Escrituras públicas
En caso de tener casa en alquiler: Contrato de arrendamiento, último recibo y fotocopia del DNI del propietario.
Certificado municipal acreditativo del número de personas que conviven en la vivienda
Certificado del presidente de la comunidad de propietarios, especificando el número de personas que conviven en la vivienda
DNI del invitante
El invitado:
Fotocopia del pasaporte legalizada
Documento que acredite el parentesco (por supuesto legalizada y traducida)
Certificado oficial del domicilio del invitado (por supuesto legalizada y traducida)
Fotografías y correspondencia privada que demuestre la relación entre el invitante y el invitado.
Certificado de penales (no especifica pero seguro que será legalizado y traducido)
El trámite para conseguir la autorización dura unos 40 días y cuesta más de 100 € en tasas. Luego nos quejamos de que os países sudamericanos (las principales víctimas de esta norma) apoyen a la mucho más acogedora Brasil que a la antipática España (esa es la imagen cada vez más habitual de nuestro país por allí). Creo, Ramón, que este abuso merecería una alguna investigación (ir a una comisaría y pedir los papeles para la carta de invitación) y un post, pues este tema es invisible en los medios de comunicación.
Ramón,
Acabo de quedarme estupefacto al leer tu entrada. Este Madrid poco tiene que ver con el de los vídeos promocionales que se proyectaron durante la presentación de la candidatura madrileña.
Estoy completamente de acuerdo con lo que expones. Sin embargo, me ha sorprendido que prácticamente todos los medios de comunicación hayan silenciado un pequeñísimo detalle: el coste económico que ha supuesto la candidatura de Madrid 2016. Por ello, he escrito una entrada en mi blog, que os invito que leais y comentéis. Os espero por allí.
Adiós everyone.