La inspiración circular
Sunday, 13 de September de 2009 por Ramón
No estoy seguro de si es antes el huevo, la gallina, Charles Darwin o George W. Bush, pero sí de que la información es circular: no fluye sino que tiende a estancarse y, pasados unos días, a oler.
Me explico: los responsables informativos de las televisiones leen determinados periódicos antes de las reuniones de la mañana en las que se decide el orden de las noticias. Los jefes de área proponen temas según lo leído en el diario A o B y los más jefes reciben complacidos lo que escuchan porque ellos también han leído el mismo diario. Lo familiar siempre resulta un valor seguro. Por eso dichas reuniones parecen más un ejercicio colectivo de reafirmación religiosa que un intento serio de hacer periodismo. En las radios, al parecer, el asunto no está mejor; en algunas, siquiera leen periódicos.
Los responsables del diario A o B escuchan después los informativos de mediodía de las televisiones y cómo el célebre anuncio de la publicidad inducida (meter un fotograma de una determinada bebida en un spot de otra cosas para que la gente sienta la necesidad de beberla) quieren la misma información quizá porque a ellos también les suena y dan ordenes de aplazar algunos de los planes más o menos originales trazados para adecuarse a las noticias dadas en esta o aquella cadena de televisión.
Lo extraño de esta circularidad informativa es que al día siguiente, los jefes de área de las televisiones vuelven a leer el periódico que sea y al sonarles lo que ya les sonaba la jornada anterior y la anterior proponen dar más de lo mismo y los jefes de estos jefes reciben complacidos lo que escuchan…
Es posible que llevemos unos cuantos años contando las mismas noticias.
Nunca me había planteado este dilema. Lo que sí me había dado cuenta es que las noticas de por la mañana, mediodía, y noche son practicamente las mismas. Creo que los jefes que presiden esas reuniones deberían plantearse este tema, porque como bien dices parece que estamos “contando las mismas noticias”
Un saludo
Lobo, esa era la función de los “gatekeeper”, una especie de filtro, decidían que noticias entraban y cuales se quedaban fuera. Ahora, salvo mínimas excepciones y como bien dices, hay unanimidad en la elección de la noticia y sólo varía (que no es poco) el orden en que se da en el informativo y el tratamiento o la página (par o impar) y el lugar que ocupará (arriba, abajo, abriendo, una columna, a 5 con foto…). Esto es un poco la aldea global, la información llega a cualquier parte del mundo, pero ¿qué información estamos ofreciendo?. Buen título. Salud.
Totalmente de acuerdo. The news ain’t news anymore…
Es cierto. Pero, Ramón, ¿hasta dónde vamos a llegar?
Y algo parecido está sucediendo con muchos blogs.
Cuanta sabiduría, Ramón…
pues sí, ramón. y además lo que dice miriam está haciendo que gente interesada en la información y en el periodismo, que incluso se dedica a ello, esté dejando de ver las noticias a todas horas para ver sólo la edición de las 21.00h, que es cuando repiten lo que han estado contando desde por la mañana. a mediodía me parecen bastante más interesantes Los Simpsons. es muy triste, pero así de cierto.
Ay Ramón compañero… por eso he dejado de escribir para los periódicos que me han dado de comer y de sufrir. La información es (des) información decidida por unos burócratas de saco y corbata que no salen de las redacciones excepto para ir a comer a restaurantes pata negra donde comentan sus egos y vacían sus tarjetas de crédito alimentadas por la muerte y la desidia.
Excepciones honrosas como la tuya animan a seguir leyendo ‘información’, pero la verdad es que cuando se vive en la periferia (como yo) el centro del periodismo huele a mierda.
Gracias por estar ahí
Esto mismo pasa en el sector editorial. Sale una novela x y aparecen cientos de autores buenísimos que escriben sobre lo mismo. Y es que en los consejos de redacción de las edioriales pasa lo mismo que en los de los medios. Los directivos y editores leen el suplemento cultural de turno para ver quien vende más, o que temática tiene más tirón. Unos y otros se retroalimentan hasta que salie otro bestseller y así una y otra vez. Es difícil que se apueste por iniciativas nuevas o arriesgadas.
Por cierto Carlos, comprarto tu post. Tengo la impresión que para más de uno el maná llegó cuando se descubrió en las redacciones que el mejor censor era el propio periodista.
Nuria
Estoy totalmente de acuerdo con todos los comentarios, empezando (obviamente) por lo acertado del tema elegido por Ramón. Me gustaría añadir algo más. Creo que una de las razones de esa “circularidad” (no sé si de circo o de circular) está motivada por la audiencia y todos sus hijos (cuota de mercado, de publicidad, de pantalla…). La información tiene más cuotas a las que rendir cuentas, que vocabulario. Y cuota procede de acotar.
Un abrazo. Fernando
Aún puede ser peor. Yo he visto leer el periódico en la radio para no escribir el texto.
Entonces, ¿mandan las webs? Ahí no hay tiempo de reunión…
Es como vivir el dia de la marmota. Porque ademas de ser las mismas cada dia en todas las televisiones y radios sincronizadas, las noticias van por temporadas. Ayer tocó la ola de calor, mañana la ola de frio, las inundaciones mas salvajes desde que existen testimonios, la gripe, la crisis definitiva del capitalismo (si, tambien es ciclica y por temporadas)… Aburrido.
Yo diria que hoy es peor porque el trabajo lo hace una generación de periodistas agrafos y con aun menos formación que sus “abuelos”, con el agravante de que antes, para llegar a un medio tenias que pasar un aprendizaje, mientras que ahora despiden, prejubilan o lo que sea, a los profesionales de verdad (o sea, a los caros) y le dan el curro a uno de esos aprendices-becarios, maestros de la banalidad y el corta-pega. Es jodido para los que crecimos siendo yonquis de las noticias.
Recuerdo que Henry Miller contó que, en sus peores tiempos de Paris, despues de muchos rechazos, copió una historia de un numero atrasado de una revista, se lo llevó al editor y este le contrartó de inmediato, y se ganó la vida un tiempo reciclando articulos con dos otres años de antiguedad.
genial , hace un rato lo leí y todavía me sigo riendo …con esta absurda realidad explicada
un abrazo hasta NY
[…] Ramón Lobo […]