Cuadernos de Kabul: Obama debería escuchar a este hombre
Wednesday, 26 de August de 2009 por Ramón
El Obama afgano no es negro sino de origen mongol, que también es un problema. Se llama Ramazan Bashardost, tiene 45 años, pertenece a la etnia minoritaria de los hazaras y es posible que nunca llegue a presidente porque los hazaras están condenados a los peores trabajos, a los más duros y peor pagados. Quitando esto último -porque los sobresueldos deben ser muchos si la mano es larga y la ética corta-, el puesto presidencial reúne varios de los requisitos: es duro, peligroso e ingrato.
Bashardost es el tercer candidato más votado en las más que peculiares elecciones de Afganistán con cerca de un 10% de los votos, según los datos parciales dados por la Comisión Electoral Independiente. Pese a ser diputado desde 2005 y disponer de oficina, recibe y escucha dentro de una tienda de lona levantada delante del ultra protegido edificio del Parlamento, que con tanta seguridad no le entra aire fresco.
Desde esa tienda ha partido una campaña original y valiente en la que no ha necesitado contratar a expertos extranjeros en mercadotecnia que sepan colocar valores basura (ésos de consumo y olvido rápido) donde antes había una buena frase para vender desodorante. La principal virtud de este hombre -que se mueve sin guardaespaldas y da mítines en zonas consideradas talibán- es decir siempre lo que piensa que, por una extraña coincidencia, es lo que piensa la mayoría del pueblo afgano que tiene tiempo (y ganas) para pensar.
“Me han llamado de parte de [Richard] Holbrooke [el enviado especial de Obama para la zona] para que acuda a la embajada americana porque quiere reunirse conmigo, pero les he contestado que nunca acudo a embajadas y menos a la americana pero que estaré muy contento de recibirle en mi tienda. Ellos han dicho que eso no era posible por razones de seguridad. Les he recordado que llevan ocho años en mi país con miles de soldados y que su obligación sería en todo caso darnos seguridad a todos los afganos no sólo al señor Holbrooke”, asegura en un inglés acentuado, calmo, agradable y comprensible en cada palabra y en cada silencio. Debería probarlo Obama. Le gustará.
Le gustará porque el contenido del discurso de Bashardost no tiene nada que ver con el que seguramente escucha el presidente de Estados Unidos de sus asesores, generales y diplomáticos. Según él, en Afganistán hay una guerra civil: los talibanes guerrean contra los señores de la guerra a los que ya derrotaron en 1996 y que tratan de derrotar de nuevo con el pequeño inconveniente de que ahora tienen delante a más de 100.000 soldados extranjeros que, por alguna razón extraña, han tomado partido al defender a los antiguos mujaidines que ya destrozaron el país.
El candidato que jamás será presidente, aunque no oculta que le gustaría, sostiene que Obama se ha metido en los mismos zapatos de George W., que son los de los anteriores presidentes estadounidenses, al copiar una estrategia basada en las políticas de hace 30 años y en la Guerra Fría. Según él, más tropas no traerán la paz, y Obama puede acabar mal, como Bush; o peor, como en Vietnam.
“Para los talibanes, Karzai es un señor de la guerra. Sucede lo mismo con Abdulá Abdulá. Son parte del mismo pasado. Lo que necesita Afganistán es alguien nuevo, alguien limpio. Pakistán interfiere en los asuntos afganos porque tiene miedo a India e Irán y Teherán e India interfieren porque tienen miedo a Pakistán. Tenemos que encontrar a alguien que no sea una amenaza para sus vecinos y que pueda trabajar para que Afganistán deje de ser un narco-Estado, un lugar pobre y en guerra, y que trabaje también por la igualdad de la mujer”.
Bashardost no lo dice pero pone cara de estar pensando en él. Tiene fama de honesto entre la gente porque cuando fue ministro de Planificación quiso ordenar el tráfico de la ayuda humanitaria salpicado de desagües por los que el dinero se esfuma. Chocó con otros ministerios y otros intereses. Ahora parece un Don Quijote luchando contra los molinos de viento. Para ser el Obama afgano solo necesita un buen equipo y estructurar un programa de Gobierno. Ideas y energía, de momento, no le faltan. Un pueblo harto y con ganas de cambio, tampoco.
Publicado en Cuadernos de Kabul en la web de El País.
Después de tantos años alabando tu forma de escribir y hablando de ti como agente literaria por medio mundo, ha sido muy emocionante leer los elogios que te dedica José Saramago!! No sólo porque corrobora que no iba desencaminada en mi apuesta por ti, sino porque te lo mereces!!
Un abrazo grande, sigue escribiendo y cuídate en Kabul!
Anna
Sinceramente, hace un par de horas que te he comenzado a leer.
Entro en El País habitualmente, ya que estoy estudiando una carrera (Traducción e Interpretación) en la que si no estás atenta al mundo y no sabes lo que pasa por nuestro mundo, no tienes nada que hacer….Y a mi me queda muuucho que hacer y aprender….Por eso, cuál ha sido mi sorpresa esta mañana cuando, al darle al link que llevaba a tu sección -y que tantas veces había mirado sin prestarme especial atención(pensaba encontrarme con otra noticia y visión estándar más) -me topé con este maravilloso Cuaderno de Kabul, que no he parado de leer hasta terminarlo. Y más tarde, encontré tu blog. Qué terminaré leyéndolo entero, dame tiempo (perdón por tomarme la libertad de tutearte).
Gracias por haberme enseñado tantas cosas en este cuaderno y por lo que me enseñarás en todo lo que me queda por leerte y descubrirte. Estoy deseando encontrar un ejemplar del El héroe inexistente.
Saludos desde Sevilla,
Belén
21 años
¿Y éste hombre qué opina de la ley aprobada por el parlamento afgano que permite a los hombres chiitas (y hazaras, claro) no dar de comer a sus mujeres si éstas se niegan a satisfacerles sexualmente? ¿Votó a favor de esa ley o en contra?
En contra, Carlos. Está en favor de la igualdad hombre-mujer
hace un tiempo que leo su blog, recomendado por alguien muy fiable.
Este post no es bueno, es mucho más, suena a verdad y eso es muy raro.
Sobre Africa chapeau!
Excelente crónica Ramón, como todas las que haces. Me gustaría añadirte algo: a Estados Unidos no le interesa acabar con la guerra porque antes de que comenzara, Afganistán apenas producía opio. Hoy, de allí sale el 90% del existente. ¿Y a dónde va? Pues al mismo lugar que el petróleo iraquí. A Estados Unidos.
Creo que pronto te tendremos en la Facultad de Comunicación de Sevilla, según me ha dicho Gregorio. Por cierto, voy a dar enlace a tu página desde la web en la que trabajo. Ya lo he hecho desde mi blog: elblogdezico.blogspot.com. Supongo que no te importa.
Un saludo y gracias