Propuestas contra la molicie
Thursday, 6 de August de 2009 por Ramón
Un libro: Lo leí en los años de la universidad. No sé quién me lo recomendó, pero me hizo un inmenso favor. No he vuelto a él en profundidad, sólo algunas lecturas sueltas. No sé si ha sufrido el síndrome Fassbinder (desvarío que me afectó en la juventud cuando me tragaba con devoción y éxtasis sus películas y ahora -salvo algunas escenas de Las amargas lágrimas de Petra von Kant– me parecen un tostonazo). El libro del que escribo es La rama dorada, del antropólogo James Frazer. Se trata de un recorrido extraordinario por los mitos, creencias y leyendas que han confirmando nuestra cultura. Me resultó fascinante, pero no es para leerlo a continuación de Stieg Larsson, quizás le falte un poco de acción. Es más bien de lectura muy lenta que se puede combinar con una novela. Mi edición es de Fondo de Cultura Económica, que no sé si existe.
Una película: Compruebo en la lista de Metrópoli que en el top de las más taquilleras está Asalto al tren Pelham 1 2 3. Bien: os la podéis saltar. Es un remake de una buena película de los 70 y que cuenta en la nueva versión con actores tan buenos como Denzel Washington, John Turturro, John Travolta y James Gandolfini (Los Soprano) pero algo falla. Creo que falla todo, incluida la moralina constante y la final. Si estáis muy desesperados, el montaje es excelente.
Una canción: “No importa quién seas, no importa dónde vayas, en la vida siempre necesitarás a alguien que esté a tu lado”. Bella canción Stand By Me compuesta por Ben E. King, Jerry Leiber, Mike Stoller. Me gusta el formato de artistas callejeros en varios países. Es una buena manera de empezar el día.
Una sonrisa: Me gusta mucho este Forges, que publica a diario en El País: una foto precisa de las vacaciones de muchos. Espero que no sean así las vuestras.
Una frase: “Where is the front?”. Esta sencilla construcción que podía salvar una vida era la favorita de Gervasio Sánchez en las guerras balcánicas de los años noventa; siempre con un mapa desplegado, a veces sobre el capó del coche, para que el interlocutor pudiera señalar con exactitud dónde estaba la noticia y dónde el peligro, elementos que a menudo se mueven de la mano.
Una pregunta-reflexión: ¿Cómo se distingue un imbécil? Es decir, cuando un imbécil obvio entra en un recinto cerrado: bar, restaurante, vagón de metro o tren o en un trabajo cualquiera, ¿cómo logra distinguir la presencia silenciosa y emboscada de otro imbécil con quien formar una rápida coalición? Porque nuestra sociedad de presunto progreso está cada vez más gobernada por coaliciones de idiotas. No son los catalanes, los de Madrid, los gays o los de Asturias los que hacen piña y se protegen como dice algunos, son los idiotas. Es la única explicación científica.
Segunda duda: ¿soy víctima o contaminador de idiotez? Aunque supongo que tendré días (y meses, incluso años dirán algunas amigas) creo (espero) que lo mío no es constante ni lineal.
Buen fin de semana.
Pues lo de los imbéciles es cierto. Es más, en mi tierra hay un dicho: “Todos los tontos se juntan”.
Estaba media adormilada escuchando el programa la ventana en esta tarde de lunes festivo y de pronto ha sonado una hermosa canción Suzanne que me ha despertado y me ha hecho buscar este blog mientras escuchaba la entrevista. Siempre este bien descubrir cosas y gentes interesantes y he topado con este “hermoso” video de you tube ” stand by me”. Un blog que volveré a visitar… Feliz tarde.