Karadzic, el psiquiatra-poeta
Tuesday, 26 de May de 2009 por Ramón
Siempre me ha gustado la película Monsieur Verdoux de Charlie Chaplin. Se trata de la historia de un asesino de mujeres. En su alegato final, el personaje que interpreta Chaplin dice: “La diferencia entre el asesino y el héroe es una cuestión de número: el asesino mata a cinco; el héroe, a un millón”.
Radovan Karadzic es un héroe para muchos serbios (cada vez menos). Mató, mandó matar o causó la muerte de más de 100.000 personas en Bosnia-Herzegovina. Es un héroe de bolsillo, muy lejos de los Adolf Hitler y Josif Stalin, Pol Pot y Juvenal Habyarimana, que superaron o se acercaron al millón. Esos mismos héroes para unos son asesinos para los otros, para las víctimas. Cuando un héroe se siente impune, como se sintió Radovan durante la guerra de Bosnia, tiene muchas posibilidades de cruzar la línea roja. El psiquiatra-poeta hinchaba mucho el pecho y la cresta cuando los enviados internacionales y los periodistas extranjeros le visitaban en Pale y le llaman Míster President en vez de Míster Asesino, que es lo que se merecía.
En el juicio que se sigue en Tribunal Penal Internacional de la antigua Yugoslavia (TPIY), con sede en La Haya, Karadzic ha organizado su defensa alrededor de una teoría: el entonces enviado especial de Estados Unidos a los Balcanes, Richard Holbrooke, le ofreció inmunidad a cambio de dimitir y desaparecer. Es una teoría que siempre ha estado dando vueltas. Es muy probable que sea cierta aunque no haya pruebas escritas. Si fuera así, Raradzic tiene un problema de matiz: ni EEUU ni Holbrooke tienen autoridad para otorgarle inmunidad universal, más allá, en todo caso, de los tribunales estadounidenses.
Kadovan Karadizic y el general Ratko Mladic, los directores de escena de una obra diseñada por Slobodan Milosevic y el croata Franjo Tudjman (a quienes la justicia celestial se llevó a su seno), ya no tienen tanta importancia política. Serbia camina nueve años tarde por la senda democrática, pero camina. Su peso es simbólico y cada vez más escaso. Un juez que trabaja en derechos humanos me explicó los límites: “No existe la justicia absoluta. Sólo en Bosnia-Herzegovina hay 10.000 criminales de guerra, muchos de ellos violadores. Es necesario alcanzar una cantidad suficiente de justicia para que la gente sienta que se ha hecho justicia. Karadzic y Mladic representan la frontera. Ellos permiten que exista la sensación de que se ha hecho justicia”.
Cuando vi al abogado de Karadzic presentar ayer las pruebas de ese supuesto pacto con Holbrooke, he pensado en la cobardía de los asesinos en serie. No creo en la pena de muerte, pero creo que el psiquiatra Radovan tendría una buena sentencia si se le condenara a escuchar sus poemas por el resto de sus días. Muchos me denunciarían por tortura; yo respondería, que no se preocupen tanto porque otros (cada vez menos) lo llaman literatura.
No soy capaz de comprender que tiene que pasar por la cabeza de un ser humano para hacer semejantes atrocidades, son muy cobardes y muy acomplejados, leer su propia mierda sería un buen castigo, la pena de muerte sería un premio para tanta barbarie.
(Aún me acuerdo de las imágenes del general Mladi? brindando con el mando responsable de los cascos azules, lamentable. Y que el asesino -con este no cabe presunto- Karadzic estuviera localizado y sólo lo entregarán por asuntos económicos me da que pensar en que queda -bastante- camino por recorrer en Serbia.)
Aunque no es fin de semana te dejo una canción que espero que te guste.
Srebrenica, Carlos Cano 1996.
Edin Puzic, la guerra de Bosnia
miserable historia, ¡cuánto criminal!
Edin Puzic, Bosnia-Herzegovina
anda por la vida hablando de paz.
El no quiere sangre ni venganza ni rencor ni rabia,
prefiere olvidar,
aunque a veces llegan los recuerdos
que son tan amargos y se pone a llorar.
Edin sueña, qué idea tan absurda
que crecen sus piernas, ¡vuelve a caminar!
imagina de nuevo la vida y va levantando toda la ciudad:
Una calle, una plaza, otra calle
el parque, las casas, la universidad
cuando todo quede como antes
volverán sus padres, todos volverán.
Srebrenica, Srebrenica
si mi Dios fuera grande (que no es grande)
Srebrenica, Srebrenica
si mi Dios fuera fuerte (que no es fuerte)
Volverían, Srebrenica, a crecer los almendros en flor.
Srebrenica, Srebrenica volvería de nuevo el amor.
¿Quién podrá defendernos del odio
sólo con palabras, sólo con amor?
Los verdugos no tienen banderas
ni pueblo, ni estrellas, ni piedad, ni Dios
no se puede ser indiferente ni cerrar los ojos ni ser imparcial.
A ese nazi, Radovan Karadzic
criminal de guerra ¿quién lo colgará?
Srebrenica, Srebrenica
si mi Dios fuera grande (que no es grande)
Srebrenica, Srebrenica
si mi Dios fuera fuerte (que no es fuerte)
Volverían, Srebrenica, a crecer los almendros en flor.
Srebrenica, Srebrenica volverá de nuevo el amor.
Volvería el amor, Srebrenica.
http://www.goear.com/listen/26a86c1/Srebenica-Carlos-Cano
y pensar que ese “otro cobarde” (Richard Holbrooke) es ahora el flamente enviado de Estados Unidos a Afganistán… jo! a este mundo hay que enderezarlo, para poner a las cosas su nombre y en su sitio … gracias por contribuir a ello 😉 un beso!
Ese pacto no sirve para su defensa, pero si inhabilitaria al senor Holbrooke como representante diplomatico y para la resolucion de conflictos.
¿Juvenal Habyarimana fue causante de 1 millón de muertes? Yo tenía entendido que fue después de su muerte en accidente lo que encadenó la masacre.
*desencadenó
Fue quien creó junto a su mujer y los miembros del Poder Hutu el ambiente político ideológico que llevó al genocido.
Gracias
No se de donde había sacado que era una figura moderadora en el ambiente pre-genocida del país, y su muerte hizo saltar los diques. Gracias a tí por la aclaración.
Interesting site, but much advertisments on him. Shall read as subscription, rss.
Ese pacto no sirve para su defensa, pero si inhabilitaria al senor Holbrooke como representante diplomatico y para la resolucion de conflictos.
un amigo escribió sobre las no touch tortures…sobre paul celan y los zorzales, sobre los muros de jericó, y las cancioncillas alemanas que los nazis obligaban a cantar a los judíos, sobre el tambor de hojalata y sobre las últimas voces de timothy treadwell, sobre los silenciadores, sobre los poetas y los criminales…
http://tinyurl.com/pakd9n
un saludo
Ramón,
Lo siento pero coincido con pakito. Me parece un exceso comparar a Habyarimana con Pol Pot, Stalin o Hitler. No creo que cometiera crímenes de la misma magnitud en los 21 años que estuvo en el poder y, al menos, convendría reconocerle el mérito de iniciar algo parecido a la democracia en Ruanda y de incorporar a tutsis en su Gobierno (incluido el primer ministro).
Otra cosa es el genocidio promovido por los radicales hutus tras su asesinato. Genocidio también alimentado por los radicales tutsis, por cierto, que desde entonces siguen en el poder (ya van 15 años), liderados por un tipo que sí merecería un juicio internacional como es Paul Kagame.
Pero supongo todo esto te suena…
Buen fin de semana