Políticos, periodistas y revistas del corazón
Wednesday, 25 de March de 2009 por Ramón
No se sabe bien si lo que está en declive es la industria periodística, los periódicos tradicionales, el papel como soporte o los periodistas. Lo único cierto es que algo no funciona como antes. Ha descendido (y mucho) la publicidad debido a la crisis económica y son cada vez más los lectores que cambian el quiosco por Internet. Mal asunto; para nosotros y para los quiosqueros, que cada domingo deben montar un bazar de productos que invaden las aceras y con los que tratan y tratamos de engatusar al peatón. El problema capital sobre el que gravitan todos es que los periódicos se venden mal porque son aburridos. Bastante aburridos.
Encerrados en un mundo ocupado por presidentes de Gobierno, ministros, subsecretarios, políticos de la oposición, diputados, senadores, presidentes autonómicos, concejales, esperanzas (éstas dan mucho juego porque aportan intermediarios, espías y mucha mala leche; es decir, trama novelesca) hemos creado una realidad virtual paralela. Como las revistas del corazón, que se alimentan de historias livianas de gente liviana que vive aparentemente bien sin dar un palo al agua gracias a salir en ellas y en los programas basura de la televisión basura. La política empieza a parecerse a las revistas del corazón.
El periodismo declarativo es un mal que procede de la transición española, cuando una parte importante de la democracia se construyó desde y en los periódicos y los periodistas parecíamos diputados y los diputados, periodistas. Lo que pudo ser una confusión provisional se ha convertido en un estilo. El periodismo declarativo es mucho más barato y requiere menos esfuerzo y talento: ¿ha hablado el presidente del Gobierno? ¡Cuatro columnas, página impar! (son las buenas porque se ven más). ¿Líder de la oposición? ¡Otras cuatro columnas, pero en página par, que se fastidie! Y así sucesivamente hasta llenar un periódico de gente que siempre dice lo mismo y dice poco: sólo frases vacías. ¿Exagero? Prueben con Pepín Blanco y Soraya Sáez de Santamaría. Una solución a la crisis publicitaria sería no publicar las declaraciones, sino cobrarlas como anuncios.
Es una cadena de transmisión: primero hablan en la radio o en la televisión y esas palabras salpican los periódicos. Las radios y las televisiones leen los periódicos salpicados y vuelven a publicar la misma declaración como si fuera nueva. Ahora se añaden las versiones digitales hasta provocar todos juntos un runrún de ideas y frases comunes.
Los periodistas nos hemos convertido en volcadores de sus contenidos tóxicos (palabra de moda). Ni siquiera hay ruedas de prensa, solo declaraciones institucionales. Esto es impensable en el modelo anglosajón, sobre todo en el norteamericano que, pese a la crisis, está repleto de historias. Recuerdo que The New York Times publicó una vez un breve de una rueda de prensa de Bush padre porque no había dicho nada nuevo. Esto es impensable en España, pero alguien debería empezar antes de que el aburrimiento, no Internet, nos atropelle.
totalmente de acuerdo con usted. el periodismo declarativo es una verdadera enfermedad y no interesa a nadie. cuando un periódico cae en mis manos salto sin mirar la sección de nacional o españa porque siempre hablan los mismos y nunca dicen nada interesante. y si uno no habla, ponen la réplica del otro o la contrarréplica del primero.
¿a quién le importa esto? ¿por qué no se abordan los temas nacionales realmente interesantes en esas páginas y se deja que los políticos se tiren piedras en otros lados? ¿por qué deben interesarnos sus declaraciones? ¿y por qué los periodistas les siguen haciendo el juego?
un saludo.
Grandes verdades Ramón.
Sueño con crear un medio que NO admita publicidad, que sea GRATUITO y accesible. PLURAL, que ayude a pensar, a formar opiniones desde el conocimiento y el respeto, que INFORME, con firmas ilustres y documentadas que aporten SOLUCIONES, sean tolerantes y fomenten la CULTURA y el saber. Un medio que toque los temas que muchos olvidan y que deberían preocuparnos a todos, que meta el dedo en la llaga, desmonte falacias y anule y lleve al ostracismo a tanto demagogo sectario que trepa por los medios-prensa, radio y televisión-.
Lo quiero llamar UTOPÍA, crees que algún político-gobierno me subvencionará? Mientras voy estudiando fórmulas alternativas… Lo más próximo internet.
Muy acertado analisis. Independientemente, en EE.UU. la prensa escrita tambien esta en su propia crisis. Saludos.
Y yo añadiría más hermano Lobo, añadiría que los periódicos han dejado de dar información para dar opinión con intención de formación. Es decir, que ya no hay periodismo independiente (aunque sea como el Viernes que depende del “Jueves”). Ahora cada uno tira por la calle que le conviene deformando la realidad al cristal con el que más le convenga lo que ve.
Si la prensa escrita se mirara en el espejo televisivo, se daría cuenta que el noticiario que más se ve es aquel en el que se cuentan de pasada las cosas políticas y se dan como principales noticias las de la casquería: muertes, robos, violaciones, accidentes, … . Eso es lo que le gusta a la gente, el morbo, el entretenimiento y la desgracia ajena. La política sólo nos interesa a los depravados y empezamos a estar un poco hartos de leer siempre lo mismo.
Y para aburrido, aburrido, el dominical del periódico de las PRISAs.
Salud, hermano lobo. Me estoy haciendo loboadicto.
Celemin, saludos, yo también me estoy haciendo loboadicto, aunque pocas veces comento. Esta muy bien este blog ( D. Ramón, ahora le doy las señas donde debe enviarme el jamón )
¡ Hermano Lobo!, que gran hallazgo de Celemín. Me remite a la prensa ácida y criticona con aquél punto de mala leche que nos hizo querer ser periodistas ( además de soñar con escribir reportajes al estilo del maestro Kapuscinski: ir, ver, escuchar y contar) Nos hemos quedado en acudir ( a una convocatoria) resumir ( una nota de prensa) pulir (lo que pueda molestar al encorbatado de turno o al departamento de Marketing que luego le vende el espacio para su publicidad) y refunfuñar ( porque no nos gusta nada de lo anterior.
Hermano Lobo ¿ te he dicho ya que tu blog provoca adicción? . Te esperamos el sábado, aunque creo que el lecón no está aún en remojo
Prensa general y prensa del corazón: los abusos del periodismo declarativo…
El periodismo, desvirtuado al actuar como simple correa de transmisión de las declaraciones que realizan los políticos….
[…] para un público al que –al menos así lo ven desde arriba– se le cree ávido de periodismo de declaraciones. En prensa escrita esta práctica se da menos, aunque su uso es bastante frecuente entre las nuevas […]
[…] no sería capaz de ir a una rueda de prensa sin preguntas, y estoy harto de que me vendan que siempre que alguien diga algo eso tenga que ser obligatoriamente noticia, prohibiría todos los titulares con un entrecomillado, maldito periodismo de declaraciones; […]
[…] es suficiente para un público al que –al menos así lo ven desde arriba– se le cree ávido de periodismo de declaraciones. En prensa escrita esta práctica se da menos, aunque su uso es bastante frecuente entre las nuevas […]
[…] de Fe de errores también propone en su obra algunas ‘soluciones’ para salir de ésta crisis periodística, como puede ser establecer en el marco legislativo ayudas oficiales para la lectura de Prensa o […]
La verdad es que tenéis razón, me apunto con la análisis de Ramón.
Los periódicos están llenos de declaraciones y acontecimientos hechas en grandes palacios de moquetas y mocasines, de señores ministros, “encorbatados”, que hacen y deshacen los destinos del reino, verdaderos hombres de estado y todo esto, al ciudadano medio, con una educación política muy básica, le parece lejano y extraño a su vida diaria, la suya, y la que los rodean.
Ahora bien, los periódicos, cabe reconocer, que si son interesantes, si sigues la vida nacional, internacional, participas en actividades políticas u de sociedad civil, conoces la historia de España y del mundo y entiendes algo sobre leyes, por ejemplo, si te has dignado alguna vez, a leer la constitución.