Bosnia-Herzegovina
Monday, 9 de February de 2009 por Ramón
Bosnia-Herzegovina (BiH), con una i en el medio como lo escriben allá, fue mi primer conflicto real. Los dos viajes anteriores a Irak (noviembre de 1992 y enero de 1993) representaron un pequeño entrenamiento, pues un bombardeo con Tomahawk no hace una guerra. Realicé siete viajes a BiH entre 1993 y 1995. Me moví por la mayor parte del país, pero nunca por la parte serbia. Su visión estaba cubierta desde Belgrado por Mirjana Tomic. Cada misión duraba un mes y, en algún caso, cinco semanas largas. Fue una experiencia dura, rica y, sobre todo, una gran enseñanza de lo que es esta profesión y lo que es la vida sin decorados ni poses. Dice la escritora croata Slavenka Drakulic que todos tenemos un potencial para el bien y para el mal y que depende de las circunstancias la supremacía del uno sobre el otro. A finales de 1993, en un programa de TVE grabado en Sant Cugat me preguntaron si había sentido miedo alguna vez. Respondí sin dudar: “Sí; tengo miedo a convertirme en un asesino”. Ese es el miedo esencial y constante que me ha acompañado desde entonces porque sé que la cultura y la educación son capas demasiado delgadas para cerrar el paso al monstruo y defenderse de la barbarie.
PRIMER VIAJE: abril de 1993. Ahnici. La gran duda de todo viaje: ¿por dónde diablos se va? Los consejos de Francesc Relea fueron precisos y tranquilizadores; él era un experto en Croacia y en romperse la pierna esquinado: avión Madrid-Milán-Triste y alquiler de un coche en el aeropuerto sin mencionar el destino real. Aseguré a la señorita que me atendió que era escritor que se marchaba a Suiza detrás de un personaje. No sonrió ni alteró el gesto. Me entregó las llaves de un Lancia Dedra blanco en perfecto estado junto a una advertencia: “En la antigua Yugoslavia no cubre el seguro”. Primer destino, Zagreb, el cuartel general de la Fuerza de Protección de Naciones Unidas (UNPROFOR) para lograr la acreditación de la ONU y viajar después por la espectacular costa croata hacia Split. La salida de 354 heridos graves de Srebrenica aplaza la evacuación completa del enclave (20-04-1995); El alto el fuego en Srebrenica está al borde del colapso (21-05-1993) y Los defensores de Srebrenica entregan sus armas (22-04-1993) fueron mis primeros trabajos en la zona. Entran dentro de la categoría del recortaje, especialidad a mitad de camino de la crónica de agencias y el reportaje, y al que todo enviado especial y corresponsal se ve obligado a acudir con cierta frecuencia. Aunque no es lo mismo cortar y pegar sin más que una esmerada reelaboración con fuentes propias. Para escribir La Legión, entre dos fuegos (22-04-1993) fui la cuartel de la fuerza española en Medjugorje donde conocí al coronel Ángel Morales. Aunque era un poco facha, a todos los periodistas nos cayó muy bien. Parecía un tipo honesto que tuvo una pésima suerte con el curso de la guerra (soldados españoles muertos en misiones). Ése fue el primer reportaje. Después logré en Split una plaza en la camioneta de la cadena estadounidense ABC News con un productor ruso y un conductor descerebrado croata que rompió del vehículo dejándonos colgados durante tres días en un cuartel británico de alta montaña en Tomislavgrad (Bosnia central). Por ahí aparecieron unos observadores de la UE disfrazados de blanco (¡qué lumbrer@ eligió el diseño del uniforme y el color!). Aproveché su narración para escribir “Esto no es Irak” (27-04-1993). Nada especial, pero empezaba a preocuparme de que mi periódico se inquietara después no dar señales de vida o peor, que llegara a la conclusión de que era un idiota y que me había perdido. Aparecieron dos finlandesas y un alemán al tercer día y me fui con ellos a Vitez. Fue una suerte: me topé de lleno con la matanza de Ahnici y logré una buena historia que se publicó un día antes que la crónica de los hombres de colón. Mi jefe Luis Matías quedó satisfecho; yo quedé satisfecho. Creo que en ‘Limpieza étnica’ a la croata descubrí mi estilo.
Tuzla. Antes del viaje, el director me espetó en un pasillo: “Quiero que llegues lo más cerca posible de Srebrenica”. La cercanía no podía ser física porque en enclave bosnio estaba rodeado de fuerzas radicales serbias, pero la cercanía emocional estaba en el hospital y en Sabrina Music: “Sin dinero no hay medicinas” (28-04-1993). En la fea ciudad industrial de Tuzla había problemas de seguridad y de abastecimiento: La despensa está vacía en Tuzla (29-04-1993). En el cercano pueblo de Serici encontré refugiados de Srebrenica: “Es que la pena envejece mucho” (01-05-1993) y en otra zona de la ciudad un taller de granadas de mortero: Una fábrica artesanal de armas (02-05-1993).
Sarajevo. En toda cobertura de una guerra es necesario escribir una pieza que sitúe al lector en el mapa: Así va la guerra (05-05-1995) fue un intento de aclarar dudas. Mi primera crónica de Sarajevo fue la de un bombardeo. El chófer que se escondió conmigo en un soportal me enseñó a sobrevivir: “Después de un ataque, esperan a que acuda la ayuda para volver a atacar”. De ese ataque surgió: Los serbios bombardean Sarajevo mientras su Parlamento debate la paz (06-05-1993). Ese día también se publicó el caso de Borislav Herak, un asesino serbobosnio condenado a muerte: La hora final de un monstruo, aunque con el tiempo las cosas no resultaron ser tan evidentes. Un día después de que el Consejo de Seguridad declarase cinco zonas protegidas (Sarajevo, Zepa, Gorazde, Srebrenica y Bihac), los radicales sostenían el pulso: Los serbios mantienen el cerco de las zonas bosnias protegidas por la ONU (08-05-1993) y Serbios y musulmanes pactan un alto el fuego en toda Bosnia y la desmilitarización de Zepa (09-05-1993). Nuestra intérprete Alma tuvo que contármelo tres veces hasta que me di cuenta que había un gran historia; su edificio era un Sarajevo a escala: “Si no tuviéramos esperanza nos habríamos suicidado” (10-05-1993). Ese mismo día estalló la guerra en Mostar: Los musulmanes de Bosnia luchan contra los croatas al entrar en vigor la tregua con los serbios, que me obligó a viajar de inmediato a Herzegovina. Dos días después, herían al teniente Arturo Muñoz Castellanos cuando repartía plasma en los hospitales. Había ido con su columna, pero la mayoría de los vehículos nos tuvimos que quedar en la ladera del monte: “¡Vamos a rescatarle como sea!” (12-05-1993). El cuartel de Medjugorje fue escenario de una negociación dirigida por el general francés Philipe Morillon, jefe de UNPROFOR: Las tropas españolas se interponen entre croatas y musulmanes tras el nuevo pacto de alto el fuego (13-05-1993). El último reportaje de la primera misión que estuvo muy cerca de ser el último, arrancó en primera página con el titulo de Bajo el fuego en Mostar y siguió dentro como Lluvia de balas sobre los españoles. La muerte de Castellanos tras su traslado a Madrid fue la primera tragedia: Toque de caídos en Mostar (14-05-1993).
SEGUNDO VIAJE: octubre de 1993. Entierro de los croatas muertos y apariciones marianas en Medjugorje: “La paz precisa más que un milagro” (01-10-1993). Tras mucho pelear, logré hacer una patrulla completa con una unidad española en Mostar: Papá Noel llega a Mostar en blindado español (06-10-1993). En el Mostar musulmán conocí gracias a un camarógrafo de la BBC, que me sopló el contacto, a Esad Humo, jefe de la Armija (Ejercito bosnio) y de profesión arquitecto. Un tipo interesante que hablaba un gran inglés y me amenazó indirectamente con su pistola: El poder de los fusiles (09-10-1993). Pese a los esfuerzos de los croatas y monjes franciscanos, el turismo religioso no parecía creer demasiado en el poder de la oración y en la protección divina: Crisis en la industria religiosa de Medjugorje (13-10-1993). Croacia y sus crímenes, tan poco aireados: La ONU pone en la picota a Croacia por una matanza (14-10-1993). En Eslavonia conocí a la familia Primorac, que en La espera del odio (15-10-1995) me enseñaron que la guerra era por el tamaño de una nariz. Primera visita a Bihac, uno de los enclaves protegidos por la ONU y que estaba rodeado por tres fuerzas militares enemigas: serbios, croatas y musulmanes desafectos. Entrevistas con el jefe del V Cuerpo de la Armija y leal a Sarajevo, el general Ramis Dreskovic: “La autonomía es una clara traición” y con el caudillo bosnio Fikret Abdic: “Bihac quiere seguir en Bosnia pero sin guerra” publicados el 18-10-1993. Y un reportaje de fondo tres días después: Musulmanes contra musulmanes en Bihac.
Un regalo para los enviados a Bosnia de Juan Goytisolo: ¿Cuervos o cabras? (27-11-1993).
TERCER VIAJE: Navidades de 1993. El objetivo era pasar la Nochebuena con los soldados españoles y la Nochevieja con una familia de Sarajevo. Mientras que peleaba junto a Arturo Pérez Reverte y José Luis Márquez para que nos metieran en un blindado en Mostar el día 24, escribí una crónica sobre un programa grabado por Paco Lobatón que me costó una enorme bronca con el coronel Castro, responsable de prensa del cuartel: Lobatón encontró en Bosnia el dolor de la guerra (22-12-1993). A Castro le indignó: “No me gusta como escribes”; le contesté: “Ni a mi cómo mandas”. No sé por qué pero nunca nos llevamos bien. Tras pelearme también con el teniente coronel Yagüe quien me aseguró que los croatas no permitían la entrada de periodistas en Mostar, Arturo me ayudó a convencer al jefe de la Agrupación Madrid, el coronel Carvajal. “Con los ingleses esto no pasa”, le espetó. Carvajal dio un respingo de su asiento y exclamó: “Estoy hasta los cojones de los ingleses” y organizó una patrulla especial para que yo pasara la Nochebuena con los soldados en la Casa Azul. Allí conocí a Miguel Gil, que estaba en Mostar en una casa particular, pero no hice nada por que le invitaran por miedo a perder la exclusiva. Fui un imbécil. El 26 de diciembre se publicó (bastante mutilado por el redactor jefe de cierre) Españoles impasibles, en su arranque en primera página y Cochifrito sobre bolsas de basura en el interior del diario. El responsable de aquel día de Navidad decidió amputar una pieza propia de alguien que había renunciado a estar en casa ese día y se hallaba en una zona de guerra para introducir una columna de un incendio sin muertos en Alemania. El enfado me duró años. En ese mismo viaje, pero ya en 1994, se publicó el resultado de la segunda parte del viaje en una Nochevieja loca cuyo título me pareció horrible, como la frase que metió Miguel Ángel para justificarlo; eso pasa por mandar las piezas sin uno: Las uvas del horror.
CUARTO VIAJE: marzo 1994. Bosnia central era escenario de una guerra dentro de la guerra: croatas contra musulmanes. En esta misión hice varios reportajes de camino a Tuzla. En el primero, los cascos azules desconfían de los logros de sus jefes en Nueva York y creen que se trata solo de un descanso en la guerra: Paz por agotamiento en Bosnia central (14-03-1944). Todo preparado para recibir el primer avión con ayuda humanitaria: Tuzla, la hora de la esperanza (15-03-1994). Los estraperlistas, me encanta esta palabra, tan rotunda y denunciadora, se arruinan: El avión que nunca llega a Tuzla (17-03-1994); Reportaje sobre una escuela de Celic, en el frente norte. Alfonso Armada la editó en Madrid y puso un titulo maravilloso. Viajes después le devolví el regalo con un guiño en otro reportaje: A la escuela bosnia se va en zig-zag (19-03-1994). La firma de un enésimo acuerdo de paz generó una ilusión de que la guerra terminaba. En esos días se organizaron actos al aire libre como prueba del éxito diplomático debido a la implicación, por fin, de Occidente: Los ‘cascos azules’ juegan al fútbol (21-03-1994). A veces aceptar un viaje es dar con el billete de lotería. Bruno de la agencia France Presse me ofreció intentar ir con él a Maglaj en el blindado de su empresa. Fuimos los primeros en romper el cerco después de nueve meses de sitio serbio por el norte y croata por el sur. El día anterior, los javeos (del HVO) no dejaban pasar. Stop. Minas. Ese día, sí. Cuando envié la crónica era tarde, Luis Matías supo dar la vuelta a la sección y encontrar un hueco y Armada me dijo: “Eres como Escipión El Africano, siempre conquistando pueblos: La vida llega a Maglaj (22-03-1994). Tuzla, una ciudad de aluvión, repleta de desplazados de todas las zona del norte, sobre todo de Srebrenica: El futuro de Bosnia es perdonar (23-03-1994). Más pruebas de la disensión, de la ficción de la paz: El cerco de Sarajevo se rompe por el puente de la Fraternidad (24-03-1994) y La paz silencia los frentes bosnios). Dos años después del inicio de la guerra, los arquitectos hablan de su ciudad: Resucitar Sarajevo (05-04-1994).
QUINTO VIAJE: abril 1994. En casa para la Semana Santa (Tenerife; la novia de aquella época alquiló una habitación que daba a un cementerio). Debo regresar a BiH porque la persona que iba ir en el siguiente turno de rotaciones no puede. Me toca el asedio a Gorazde, uno de los enclaves supuestamente protegidos por el Consejo de Seguridad de la ONU. Como en Srebrenica y Zepa era casi imposible llegar. Los periodistas nos tuvimos que contentar con cubrirlo desde Sarajevo. Desde las primeras crónicas, aún en Zagreb, adonde fui para renovar el carné y después quedé atrapado unos días, tuve la ayuda de una alta responsable del Gobierno bosnio que contactaba por radio con Gorazde varias veces al día. Aunque las datadas en Zagreb son recortaje, permiten comprobar que Gorazde fue una preparación de Srebrenica (julio de 1995) y un medidor de la reacción internacional: El jefe militar serbio da la orden de disparar contra los aviones aliados que sobre vuelen Gorazde (13-04-1994); Los serbios anuncian que consideran enemigos a los ‘cascos azules’ (14-04-1994); Jaque mate serbio al enclave de Gorazde (16-04-1994); Los serbios entran en Gorazde a sangre y fuego y derriban un avión de la OTAN (17-04-1994) y un análisis sobre el papel de la OTAN: Un vencedor y muchos derrotados (17-04-1994); Gorazde queda a merced de los agresores serbios al hundirse las defensas del Ejército bosnio y un análisis sobre el fracaso: Opciones ante la derrota (18-04-1994); Los serbios machacan Gorazde pese aceptar un alto el fuego controlado por la ONU y una columna titulada: El nuevo reto de la comunidad internacional (19-04-1994); Los serbios toman por la fuerza armas que estaban bajo en control de la ONU (20-04-1994); Los nuevos bombardeos serbios convierten en el hospital de Gorazde en un cementerio (21-04-1994); Los serbios desafían a Occidente y causan una nueva matanza en el enclave de Gorazde y una columna: La letra pequeña de los ataques aéreos (22-04-1994). Y ya en Sarajevo: “Esto es un infierno, hagan algo por nosotros”, suplica por radio el alcalde de Gorazde (23-04-1994); Los serbios inician una tímida retirada para evitar el ataque (24-04-1994); La ONU establece un puente aéreo para evacuar a los heridos graves desde Gorazde a Sarajevo y un apoyo sobre la irritación bosnia con el enviado especial de la ONU: El Gobierno bosnio acusa a Akashi de hacer el juego a los agresores (25-04-1994). Sobre todo, lo importante son las víctimas… La ONU sigue evacuando heridos de Gorazde, pese a la escalada de obstáculos de los serbios (26-04-1994). Y que el agresor se sienta seguro: La ONU descarta bombardeos sobre Gorazde pese a la lentitud de la retirada serbia (27-04-1994) y vuelta al diálogo para “evitar la guerra”, como decía un diplomático español que solo contaba las guerras en las que estábamos nosotros: La ONU pide negociaciones para “no pasar de un Gorazde a otro” (28-04-1994) y Ofensiva diplomática en Bosnia para evitar que se repita el caso de Gorazde (29-04-1994). Pero los que dirigían la partida de póker mantenían sus estrategia: Los serbios concentran tropas para lanzar un ataque en el norte de Bosnia (30-03-1994). Entrevista con el primer ministro Haris Silajdjic: La ONU odia a Bosnia (02-05-1994)
Desde Madrid: Paz por territorios en Bosnia-Herzegovina (10-07-1994). Perfil de Radovan: Dr Jekyll y Mr Hide, en los Balcanes (17-05-1995) y una explicación: El rompecabezas de Bihac (01-08-1995).
SEXTO VIAJE: mayo-junio 1995. Con Antonio Pedauyé hubo algunos problemas. Cuando un compañero escribió una biografía crítica para ilustrar la noticia de su nombramiento no pudo hablar con él. Esta entrevista fue para darle la ocasión de explicarse. Él quedó satisfecho; sus enemigos, también: “Mi nombramiento es un reconocimiento al papel internacional de España” (26-05-1995). De nuevo en Zagreb para renovar la acreditación y en espera de volar. En su política de probar los límites, los hombres de Karadzic mataron a un político bosnio. ¿Reacción? Nula, solo palabras de condena: Un misil serbio derriba el helicóptero en el que viajaba el ministro bosnio de Exteriores (29-05-1995) Por si acaso alguien tenía tentaciones, la ONU pedía sosiego: “Ahora no se puede atacar” (30-05-1995). La muerte de una cooperante española de Médicos del Mundo en Mostar me sorprendió en Zagreb. No quise escribir sobre lo que nada sabía pero a las 2230 me fui en coche de Zagreb a Mostar por carretera. Llegué a Mostar a las 0800. Es la mayor tontería que he hecho en mi vida, pues me dormí un par de veces conduciendo y tuve que parar para que me diera el aire unas cuantas más. Pero éste fue el resultado: “No me puedo creer que haya pasado” (31-05-1995). En el juego de los límites, los radicales serbios secuestraron a varios cascos azules y ponen condiciones. Los serbios condicionan la liberación de los rehenes a la suspensión de los bombardeos aéreos (04-06-1995). Un día después, lo que se demanda para otro, no se aplica para uno: Sangrientos bombardeos de las fuerzas serbias en varios puntos de Bosnia y un apoyo sobre la entrada de Igman y Butmir: Cuatro kilómetros antes del ‘paraíso’ (05-06-1995). Más evites: Los serbios impiden aterrizar a un enviado del secretario general de la ONU (06-06-1995). El día 7 de junio se produjo la liberación del comandante español Cortés. Apoyo de acompañamiento: Cámaras de Tv para certificar la buena voluntad de Karadzic. Al siguiente: Tres muertos por los duelos artilleros en Sarajevo (08-06-1995). La ONU y la OTAN preparan una fuerza rápida que nunca llegó a estar preparada: Más incógnitas que certezas (09-06-1995). En el terreno, palabra que es un anglicismo pero que resulta útil, sigue la partida: Los serbios autorizan ayuda por carretera a Sarajevo (10-06-1995); La ONU apuesta por la diplomacia en Bosnia hasta que la nueva fuerza de intervención sea operativa (11-06-1995) y en seguida la respuesta a tanta buena voluntad: Los serbios incumplen sus promesas de permitir la circulación de convoyes humanitarios en Bosnia (13-06-1995). Tras tensar la cuerda, la zanahoria: Los serbios de Bosnia liberan a 120 ‘cascos azules’ y mantienen aún como rehenes a 14 (14-06-1995). Sin un compromiso internacional claro, con la OTAN y la ONU enredados en las redes de Karadzic y Milosevic, el Gobierno bosnio se prepara para una ofensiva. El Ejército bosnio acumula 20.000 soldados al norte de Sarajevo para abrir el cerco serbio (15-06-1995). El objetivo es provocar la intervención, mover el árbol, que pase algo: El Ejecito bosnio desencadena una intensa ofensiva artillera contra los serbios al noroeste de Sarajevo (16-06-1995) y Comienza la batalla para liberar Sarajevo y Sobrevivir y comer, por ese orden (17-06-1995). El Ejército bosnio trata de aislar tres bastiones serbios alrededor de Sarajevo y una pieza explicativa de cuál es la situación militar: Los frentes de Bosnia (18-06-1995). Por si acaso no contaran con ventaja militar… La ONU abandona las armas pesadas de Sarajevo a merced de los serbios (19-06-1995). La ONU se centrará en la ayuda humanitaria tras fracasar su control de armas pesadas en Sarajevo (20-06-1995). Después, como siempre, se asomó tímidamente la política: La diplomacia intenta de nuevo tomar el relevo de las armas y su apoyo Crítica situación humanitaria en Sarajevo (21-06-1995). Entra en Sarajevo el primer convoy humanitario en cuatro semanas (22-06-1996) La ONU tranquiliza a los separatistas serbios sobre el papel de la Fuerza Rápida (23-06-1995). Españoles en el centro de mando: Telediario y jamón en Sarajevo (25-06-1995). Y los serbios ya tranquilos, prosiguen su trabajo: Un comando serbio entra en un enclave protegido por la ONU (25-06-1995). Nueve muertos, entre ellos cuatro niños, por disparos de la artillería serbia en Sarajevo (26-06-1995) ) Sarajevo acusa a la ONU de ser incapaz de detener el genocidio (27-06-1995). Un reportaje de Domingo: Ocho días en Sarajevo (primera página y segunda), que me encargó Javier Ayuso, otro de los grandes jefes que he tenido en mi vida.
SÉPTIMO VIAJE: noviembre-diciembre 1995. Los acuerdos de paz de Dayton sellan la limpieza étnica. Karadzic acepta el plan de paz, pero dice que es “deshonesto” (25-11-1995). Los serbios empiezan a sentirse perdedores de la guerra: Los serbios de Krajina ven imposible su retorno (26-11-1995) Las tropas españolas se preparan para el cambio de color del casco: Las tropas españolas de Mostar se preparan para la misión de la OTAN (28-11-1995). Desconfianza en los barrios serbios de Sarajevo: La amarga resistencia serbia a un Sarajevo unido (29-11-1995). Sigue el juego de un pasito adelante, un pasito hacia atrás: Los radicales serbios vuelven a bloquear la ruta entre Sarajevo y Gorazde (30-11-1995) Karadzic sigue sin tener un plan de paz (01-12-1995). Los americanos eligen el norte: Tropas de EEUU ultiman los preparativos para sustituir a las tropas de la ONU en Tuzla (02-12-1995). Uno de los puntos calientes era Brcko, que nadie sabía pronunciar en Madrid: Ya no caen granadas sobre Posavina (03-12-1995). Para los supervivientes de la matanza de julio la esperanza llega tarde: “Jamás volveré a Srebrenica” (04-12-1995). Mientras, la población civil de la ciudad más importante del norte de BiH observa y espera: La ciudad bosnia de Tuzla espera a los soldados de EEUU con una mezcla de desgana y curiosidad (06-12-1995). Regreso a la escuela de Celic, con un pequeño homenaje a Alfonso Armada, autor del título del zig-zag en 1993: La imposible enseñanza del olvido (09-12-1995). Ni fe ni algería (10-12-1995). Otra genialidad de la política: La OTAN prevé dividir Sarajevo en dos áreas (10-12-1995) En Sarajevo, algunos tratan de preservar el ideal multiétnico: Manifestación en Sarajevo contra el abandono de los barrios serbios y análisis sobre las Secuelas de Dayton (12-12-1995). Los serbios de Sarajevo votan en masa contra la sumisión al Gobierno bosnio (13-12-1995). Tras la firma de Dayton, la incredulidad: Los habitantes de Sarajevo reciben con escepticismo el acuerdo mientras surgen brotes de violencia en Bosnia (15-12-1995). Entra en Croacia rumbo a Bosnia el primer contingente norteamericano de combate. Segunda entrevista con Pedauyé, ya en Sarajevo: “La ONU se ha visto abocada a una misión imposible” (18-12-1995). Aviones estadounidenses de la OTAN comienza a aterrizar en Tuzla y Islam en Bosnia, entre el credo y el estómago (19-12-1995) y sus ingenieros a cruzar el río Sava: Pontoneros en Zupanja (20-12-1995) Declaraciones del jefe de las tropas de la ONU: “La gente aquí está enferma de tragedia”. Aunque me gusta más el apoyo: Pedradas, minas y paciencia (21-12-1995). La guerra ha terminado ¿o no? (24-12-1995) Entrevista con el general Atif Dudakovic, defensor de Bihac y futuro jefe de la Armija tras la guerra: “No vamos a permitir que nos vuelvan a sorprender” (26-12-1995)
La Biblioteca de Sarajevo como símbolo de la resistencia: Una trinchera de libros escrito en Madrid con alguna declaración traída en el zurrón. Años después regresé a Sarajevo para escribir una historia específica de la rehabilitación de la Biblioteca, en la que España participa. La otra batalla de Sarajevo (20-10-2007) en la que un párrafo cambió de sitio y rompió el ritmo del reportaje. Accidentes de edición, que por lo general suele ser excelente.
Un lector se quejó de mi empeño en mencionar la profesión de Radovan: ¿Por qué recordar siempre que Karadzic es psiquiatra? (23-04-1995).
Enero 2008, entre elección histórica serbia y elección histórica serbia: Bosnia no funciona con un apoyo en Srebrenica: “Con todo el dinero que nos han dado podríamos haber hecho otro país” (26-01-2008).
(Post que también se encuentra en Serbia y Srebrenica): A veces se tiene mucha suerte y los jefes realizan encargos excepcionales, por el tema, el enfoque y el tiempo que te conceden para construirlo. En el reportaje Ni busca ni captura dispuse de 15 días de viaje y recolecta de material y una semana para escribirlo (haciendo algunas cosas más en el periódico). En ese tiempo estuve en La Haya, Bruselas, Sarajevo, Pale y Belgrado y tuve fortuna de dar con la gente adecuada. Jasmina Nikolic fue, una vez más, de gran ayuda. Cargué el peso del reportaje sobre el personaje de Ratko Mladic, mucho más importante para Serbia y el futuro de esa zona que Radovan Karadzic. Estoy convencido de que la captura (entrega) de Karadzic en julio de 2008 fue producto de un pacto entre el nuevo Gobierno serbio (democrático y europeísta) y los servicios secretos: te damos a Karadzic, pero no a Mladic. Pero los pactos se pueden romper cuando el interés general lo exige. Serbia conserva esa carta para jugarla en el momento oportuno. Versión en PDF del reportaje dividido en cuatro páginas: primera, segunda, tercena y cuarta.
Felicidades por todos estos excelentes artículos. Me han ayudado a comprender la compleja realidad balcánica y han despertado en mí el interés por saber más sobre esta apasionante tierra.
[…] para hacernos llegar lo que allí ocurría. En este post de su blog, Ramón ha reunido enlaces a todos y cada uno de los reportajes que escribió en aquel sangriento trienio. Su lectura es indispensable y de un grandísimo valor […]
[…] 7 viajes que realizó entre 1993 y 1995 para cubrir el conflicto. Están todas ellas reunidas en este post de su blog. En julio de 2005, diez años después de la matanza, Ramón regresó a Srebrenica y escribió este […]